martes, 5 de abril de 2016

Si mi niño no quiere comer, qué puedo hacer?


¿Si no quiere comer… que no coma?

Una de cada 4 madres que acuden a mi consultorio hacen una pregunta esencial: ¨Doctor mi niña(o) no quiere comer¨.  Como pediatra, especialista en enfermedades infecciosas, altamente entrenado para investigar, examinar y solicitar estudios diagnósticos, debo reconocer que me sentía desinteresado y lo que es peor, no capacitado para esta consulta tan sencilla, pero a la vez tan frecuente.
Acostumbrado a salir del difícil trance de responder a la pregunta con resultados concretos, solía pedir exámenes de laboratorio (hemogramas, exámenes de orina, parasitológicos, etc.), y cuál no sería mi frustración al constatar que la gran mayoría de veces no servían de mucho y terminaba cediendo a la presión del padre o de la madre para indicar algún tipo de suplemento vitamínico.
En la búsqueda de respuestas quiero compartir como RECONOCER y EVALUAR a un niño que no quiere comer, o quizás llamarlo formalmente como un niño con DIFICULTAD EN LA ALIMENTACION.

  • ¿Cómo reconocer a un niño con una dificultad real para ser alimentado?

    • Los índices antropométricos, especialmente la relación Peso/Talla están como mínimo 1 SD hacia abajo (-1SD patrones de crecimiento de OMS)
    • Los primeros síntomas de dificultad para alimentarlo son alrededor de los 18 meses, pudiendo prolongarse hasta los 5 años. En los casos severos el inicio es al  6° mes con el comienzo de la alimentación complementaria.
    • En los casos en los que el principal problema es la SELECTIVIDAD (seleccionar sabores, colores, texturas de los alimentos) se puede identificar alimentos preferidos que usualmente son los carbohidratos y alimentos que generan rechazo que usualmente son los vegetales y las verduras. Los casos severos solo aceptan unos 5 tipos de alimentos, son más fáciles de reconocer, pero más difíciles de manejar.
    • En los casos en los que el principal problema es el DESINTERÉS por alimentarse, podemos identificar patrones de comportamiento comunes como hiperactividad, desatención por el momento de la comida y gran vitalidad a pesar de lo restrictivo de la ingesta diaria.
    • En los casos en los que el problema es una patología de fondo, debo estar atento a las señales de alarma que estas patologías siempre dan. En estos casos el manejo de la enfermedad de fondo permitirá manejar adecuadamente la dificultad para la alimentación.


  • ¿Cómo evaluar a un niño con dificultad para la alimentación?

    • Estar absolutamente seguro que no hay ningún proceso de enfermedad o patología de fondo que explique la dificultad para alimentarse. Para esto debemos revisar las señales de alarma:

Fatiga o cansancio durante la alimentación
        • Enfermedad cardíaca
        • Broncodisplasia pulmonar
        • Enfermedad crónica debilitante: LLA, FQ
        • Enfermedad neuromuscular (parálisis cerebral, lesión medular)

Rechazo del alimento
        • RGE
        • Alergias alimentarias (a la proteína de leche)
        • Dolor

Apnea durante la alimentación
        • Prematuridad
        • Insuficiencia cardíaca o respiratoria

Babeo y atoros
        • Hipotonía, hipertonía
        • Disfunción motora oral
        • Micrognatia

Pobre ganancia ponderal
        • Malabsorción
        • Déficit hormonal
        • Enfermedad genética
        • Insuficiencia renal

  • Escuchar a nuestro paciente

      • ¨Duele al comer¨: puede significar RGE, esofagitis, estreñimiento.
      • ¨No puedo tragar¨: puede significar alteración oromotora, disfunción anatómica de cavidad oral.
      • ¨No me gusta¨: puede significar sensorialidad a ciertos tipos de olores, sabores, texturas, colores que limitan la ingesta y son una característica de los niños SELECTIVOS
      • ¨No quiero eso¨: Puede significar un carácter y temperamento particular del niño, siendo necesario reforzar los 4 principios de la alimentación.
      • ¨Tengo miedo¨: Puede significar experiencias pasadas negativas en relación al acto de alimentarse (asfixia por atoro, forzar a comer, intubación, SNG)

  • Finalmente definir si el caso de nuestro paciente se ajusta al criterio del manual de diagnóstico DSM 5 para incluirlo como un desorden de la alimentación de la infancia y por lo tanto solicitar la ayuda médico psiquiátrica requerida:

      • Dificultad para alimentarse que se manifiesta en el fracaso en lograr satisfacer las necesidades nutricionales junto con UNO de los siguientes ítems:

        • Pérdida significativa de peso
        • Déficit nutricional evidente
        • Dependencia nutricional de alimentación enteral o de suplemento orales nutricionales.
        • El desorden genera alteraciones con la esfera psicosocial

  • Conclusión:

El aprender a reconocer y hacer una adecuada evaluación del niño que acude a la consulta pediátrica porque ¨no quiere comer¨ es el PRIMERO de dos pasos en la atención de estos niños con DIFICULTADES EN LA ALIMENTACION. El segundo es el manejo de este tipo de problemas, tema que será abordado en una segunda entrega.

  • Bibliografía:

Kerzner B, Milano K, MacLean WC Jr, Berall G, Stuart S, Chatoor I. A practical approach to classifying and managing feeding difficulties. Pediatrics. 2015;135:344-353

Chatoor I. Feeding disorders in infants and toddlers: diagnosis and treatment. Child Adolesc Psychiatr Clin N Am. 2002;11:163-183

Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 5th edition (DSM5), 2013.